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jueves, 31 de marzo de 2016

Nunca hubiera imaginado

Violencia de género, unas palabras que he escuchado muchas veces, rompiéndoseme el corazón al oír tanta maldad y crueldad de un hombre que dice quererte.

Cuando oía estos casos que no me afectaban de cerca, tenía la certeza de que si me ocurriera a mí, tendría soluciones, cuantas veces he dicho y he pensado de la manera en la que lo arreglaría....pero cuando vives de cerca esta situación te das cuenta de que no, que no puedes arreglar nada y mucho menos como pensabas, necesitas de un profesional que te aconseje, que te despeje de la tormenta.

Nunca hubiera imaginado que le podría pasar a una de mis hijas, no me lo podía creer, en su corta edad viviendo esta tortura. Si esa situación es horrorosa para una mujer adulta, no puedo pensar cómo será para una adolescente, ¿de qué manera le afectara?




Me he considerado siempre una mujer fuerte y responsable, siempre he afrontado los problemas y he intentado solucionarlos de la mejor manera posible. Dejé mi trabajo cuando mi segunda hija nació, después de 25 años en la misma empresa. Mi hija mayor, también era pequeña y yo quería dedicarles todo el tiempo posible, pues por suerte o por desgracia el trabajo de mi marido así me lo pedía. Él siempre está de viaje y me encontraba yo sola para todo con ellas. He sabido afrontar muchas situaciones pero esta situación me ha derrumbado.

He pasado y paso noches sin dormir, solo a ratos, despierto angustiada, con miedo y haciéndome preguntas que no tienen respuesta, impotente ya que mi hija no quiere hablarme de esta situación, tal vez por miedo, no lo sé.



Cuando tengo ocasión y veo que tiene buena disposición para hablar, le pregunto si tiene alguna relación con ese chico o lo ve y ella siempre me dice que no, no sé si será verdad, pero me queda la esperanza de que si lo sea.

Por suerte nos aconsejaron ir al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y desde que asisto a las sesiones grupales estoy mucho mejor, algo mas fuerte algo mas entera, con respuestas a mis preguntas. Estoy aprendiendo a ver las cosas de otra manera, a reaccionar mejor ante momentos difíciles. Nos dan información para mejorar la relación con nuestras hijas y sobre todo a que entendamos por lo que ellas están pasando. Mi hija asiste y gracias a las sesiones grupales puede hablar libre, sin reproches, preocupaciones, miedos y hablar de su situación con claridad.

La primera vez que asistí a una sesión iba con miedo, nerviosa, me preguntaba ¿cómo contar a personas que no conozco mi problema? Pero cuando estás ahí con esas personas y ves que abren su corazón al igual que tu, que ellos y ellas están pasando por tu misma situación, te relajas y las palabras salen solas.

Mucho ánimo para todos los que están pasando y pasan por estas situaciones, y mi agradecimiento para todas las personas que me están ayudando en estos momentos


Escrito por Luna

miércoles, 30 de marzo de 2016

“Un cuento para la reflexión….”

LA MARIPOSA

Un hombre encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder
ver a la mariposa cuando saliera. Un día vio que había un pequeño orificio y
entonces se sentó a observar por varias horas, mientras la mariposa luchaba
por salir del capullo.
El hombre vio que forcejeaba duramente para poder pasar el cuerpo a través
del pequeño orificio del capullo, hasta que llegó un momento en el que dejó de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento y parecía que se había atascado. Entonces el hombre, bondadosamente, decidió ayudar a la
mariposa y con una pequeña tijera cortó un lado del orificio del capullo para
hacerlo más grande. Así por fin, la mariposa pudo salir.

Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas
pequeñas y dobladas. El hombre continuó observando, pues esperaba que en
cualquier instante las alas se estirarían y crecerían lo suficiente para soportar
al cuerpo, que se contraería al reducirse la hinchazón. Ninguna de las dos
situaciones sucedieron, y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos
con su cuerpecito hinchado y sus alas dobladas…. Nunca pudo llegar a volar.
Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendió fue que la restricción de
la apertura del capullo y la lucha de la mariposa para salir por el diminuto
agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba los fluidos del cuerpo de la
mariposa hacia las alas, para que estuviesen grandes y fuertes para volar.
La libertad y el volar solamente podrían llegar luego de la lucha. Al privar a la
mariposa de la lucha, también se le quitó su esencia.

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si se nos
permitiese progresar por nuestras vidas sin obstáculos, nos convertiríamos en
inválidos. No podríamos crecer y ser fuertes, ni ser nosotros mismos.
¡Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido elegir el camino
corto para salir de dificultades, tomando unas tijeras y recortando el esfuerzo
para poder ser libre.

Necesitamos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar,
y que a través de nuestros esfuerzos y caídas somos fortalecidos así como el
oro es refinado con el fuego.


lunes, 14 de marzo de 2016

Cómo el novio de tu hija puede cambiar tu vida

Empezar este blog con una historia personal me parece lo más adecuado, ya que todos los que vamos a participar de él,  pasamos por situaciones similares, y nuestras experiencias, aciertos y errores, quizás puedan ayudar a otros.

En este caso, yo voy a contar la mía.


Me considero una persona normal, una mujer como tantas otras. A lo largo de mi vida  he pasado tanto por momentos maravillosos como por otros en los que sufrí y  mucho, pero  se podría decir que yo era feliz. 

Tengo una familia estupenda, un marido y dos hijas extraordinarios a los que quiero con locura y que son el centro de mi vida. Siempre nos ha gustado hacer cosas juntos y disfrutar de la familia, de los amigos y yo tampoco pedía mucho más.

Mis hijas siempre han confiado en mí y yo en ellas. Y como cualquier otra madre, en todas las ocasiones en las que las he aconsejado, lo he hecho con la mejor de mis intenciones y todos mis comportamientos por y para ellas han sido únicamente basados en mi profundo amor.  Las dos son menores de edad aún, así es que no tendría por qué pensar en distanciarme de ellas  y mucho menos tan pronto.

Pero las cosas cambiaron para todos nosotros. Es increíble cómo en poco tiempo puede suceder algo que cambie toda tu vida. Yo era feliz, pero ahora.... ahora no lo soy. Lo intento, de verdad que lo hago, pero no puedo.

Siempre me pregunto que por qué me ha tenido que pasar a mí , por qué tengo que ser yo. Luego he visto que hay más personas que están viviendo lo mismo, o incluso pienso que me podrían pasar cosas aún peores, pero eso, la verdad es que no consuela mucho. ¿Y porqué cambió todo? ¿Qué pasó para que mi mundo se tambaleara de esta forma? Tan sencillo y complicado a la vez como toparnos con alguien que ojalá nunca hubiese aparecido.

Mi hija mayor, se enamoró por primera vez . Aún no había cumplido los 16 años.